La historia contemporanea nos ha enseñado que todos debemos seguir un mismo camino, debemos nacer, ir a la escuela, estudiar una carrera y luego trabajar.
La escuela, enseña lo mismo a todos, todos debemos de cumplir con los programas, todos debemos asistir el mismo número de días, llegar a la misma hora, salir a la misma hora y hacer las mismas tareas.
Así esta estructurada la sociedad, y la vida, sin embargo en nuestra realidad lo anterior no se puede cumplir.
Cuando recibo el diagnóstico por parte del médico, junto con él vino la consigna de que necesitaría terapias, y así lo hice busque terapeutas y la inscribí, había que ir tres veces por semana.
Lo que no vi en ese momento, y que poco a poco me empezó a molestar, es que Sofí recibía la misma terapia que todos los demás niños sin importar su padecimiento, al inicio para mi fue normal, al fin y al cabo todos los niños en el kinder reciben la misma clase de matemáticas y formas ¿no?
Sin embargo, poco a poco me empecé a dar cuenta, que Sofí no se comportaba igual que un niño con parálisis cerebral, tampoco lo hacía de la misma manera que un niño que tenía daño neurológico pero no convulsionaba, si, tiene rasgos autistas, pero no es igual a un niño autista; es mas no se comporta igual que niños que también padecen epilepsia, ¿entonces por qué recibía la misma terapia que todos los demás?
Otra cosa que descubrí con el tiempo, es que Sofí es muy oscilante, un día puede estar bien, un día muy hipotónica, un día muy irritable, un día con mucho vómito, un día con mucho sueño; y para sus terapeutas, lo anterior no importaba, recibía la misma terapia, no había una evaluación de cómo llegaba la niña, y de lo que necesitaba en ese momento.
Esta incertidumbre de cómo estará la niña, este saber que todo lo que preparaste como terapeuta para esa sesión no funcionaba, lo peor, las terapias están diseñadas para durar 50 minutos, muchas veces tardas una hora en lograr entender cómo esta la niña, y eso en el mejor de los casos, ¿entonces?, ¿de qué sirvió esa sesión de terapia?
Ella al inicio, tuvo terapeutas comprometidas con nosotros y con ella, sin embargo el sistema de lo mismo para todos, sin importar como se encuentre, no funcionaba, hay días que no despierta, días que por el otro lado no duerme, ¿entonces cómo se puede planear una terapia?. Muchas veces, esta tan irritable que llora por mas de 1 hora, la terapia, como mencioné, dura 50 minutos, ¿de qué me sirvió que la terapeuta haya intentando consolara por 50 minutos, si al terminar su tiempo tenía que seguir con otro paciente?
Por eso, encontré un grupo de personas comprometidas con Sofí, que entienden esta situación, que están con ella 5 horas, al día, que evalúan su condición minuto a minuto, y hacen todo lo posible porque este bien. Es algo integral y personalizado.
Llegar a la conclusión de que Sofí requiere una cuestión personalizada e integral, en esta sociedad, donde todos somos iguales, en donde la cuestión personalizada ni siquiera se considera, donde se predominan las cuestiones grupales, no fue fácil, de aceptar, ni de conseguir. Gracias a Dios puedo decir que Sofí desde Julio del 2015, tiene un equipo interdisciplinario, trabajando en un programa educativo-terapueutico diseñado especialmente para ella.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario