¿Sensorialmente adaptado?

Debemos de aceptar que las condiciones de una sala de cine, en ocasiones alteran los sentidos de muchas personas, la oscuridad, el exceso de volumen, lo grande la pantalla, y ahora tenemos películas que se proyectan en 3D y sin contar con eso también se encontramos salas de cine con experiencias sensoriales, movimientos, olores, agua, aire. Todo eso puede ser no amigable para algunos.

Cuando hablamos de Sofi desde muy pequeña me dijeron que necesitaba terapia sensorial, que tenía una desintegración sensorial , debo de aceptar me costó mucho tiempo aceptar el término. Ya después comprendí que su falta de sensibilidad al tacto, su rechazo a ciertas texturas en la comida, su fijación por las luces, o el que se tape los oídos en ocasiones, tiene que ver porque no recibe los estímulos del mundo exterior como los reciben aquellas personas que no tienen problemas con su integración sensorial.

Hace tiempo, siguiendo a grupos de papás que viven lo mismo que nosotros, me encontré que en un cine del sur de la Ciudad de México, cada vez que había una película infantil, el primer sábado de exhibición, hacían una función "incluyente", a lo cual aclaraba la comunicación, que no apagaban totalmente las luces del cine, y que el volumen se encontraba mas bajo de lo normal. Adicional daban un precio especial.

Las veces que fuimos, Sofi disfrutó de las funciones, y debo de decir que yo también, ya que además de las adecuaciones que hacía el cine, en los asistentes, siempre había una actitud de respeto y de inclusión, así como Sofi gritaba, gritaban muchos niños mas, así como ella no podía estar sentada toda la película muchos niños mas tampoco; y nadie reclamaba ni por los gritos, ni por los niños caminando por el cine, ni por otra circunstancia que se pudiera dar durante la función. A su vez el acceso con la carreola era facilitado por los empleados del cine.

El problema, solo era una función, una sola exhibición, no había opciones de cine ni de horarios, sin embargo siempre me pareció una iniciativa digna de fomentar y toda la familia de disfrutaba mucho.

En diciembre, el director de una asociación de autismo, nos comentó que estaba trabajando con una cadena importante de cines, para lograr funciones influyentes, nos dijo que estuviéramos pendientes.

Y así fue, en las redes empezó a circular, que sábados y domingos, no en todos los cines, pero si en un par de complejos, y no a todos horarios, pero si con opción de 1 o 2, en la cartelera de México, apareció en algunas películas "Función Incluyente", se podían comprar los boletos en línea. Ahí debo de decir que corrimos con suerte uno de los complejos de exhibición estaba muy cerca de nuestra casa.

El problema con esta nueva opción, los horarios, o estaba muy temprano, y ya sabemos que Sofí tiene problemas de sueño y en ocasiones despierta muy tarde, o justo a la hora de la comida.

Yo tenía planeado llevarla a ver "Paddington 2", pero mis planes de vieron frustrados cuando ella despertó 30 minutos antes de la función, no hubo manera de llegar a tiempo. Lo bueno, a diferencia de la experiencia anterior, existía la posibilidad de llevarla en otro fin de semana.

Así que la esperanza no murió, el fin de semana siguiente, volví a revisar la cartelera y si se iba a exhibir "Paddington 2" en función incluyente, otra vez muy temprano para los horarios de Sofi, pero capaz que lo lográbamos.

Era la primera vez que asistía a ese cine con Sofi, de hecho cuando llegue no encontré el elevador, y fue algo complicado con la carreola, y se que no se debe de hacer, pero el único lugar que encontré para subirla fueron las escaleras eléctricas, pero entre los asistentes al complejo me ayudaron a subirla.

Llegamos un poco tarde, no hubo 'cortos' así que nos perdimos del inició, llegar con los gemelos y Sofi implica una revolución, donde dejar la carreola, todos quieren palomitas, pero nadie nos vio feo, y al contrario colaboradores del cine nos apoyaron. Me llamó la atención ver una puerta de barrotes en la entrada, un elemento necesario para evitar que algún niño se salga sin la compañía de un adulto.

A Sofi le costó trabajo poner atención, era una película si de niños, pero no de caricaturas, los colores de la película no manejaban mucho contraste, únicamente teníamos el ya conocido sombrero rojo de nuestro peludo protagonista, y en las escenas de la cárcel ni eso. Lo anterior sin contar que no hay canciones...

Logramos la atención de Sofi, cuando se puso su música en el oído y sin que se le restringieran las palomitas tuvo acceso a su bote completo.

La sala no totalmente oscura, el volumen no saturaba, todos disfrutamos. Tristemente había poca audiencia, a diferencia de las funciones que íbamos al sur de la ciudad. Digo tristemente, porque me gustaría que se siguieran promoviendo y no por falta de audiencia las cancelen.

Un gran acierto, había intermedio, tal cual, como en los inicios de las salas, ese periodo le sirvió a Sofi para moverse, para olvidarse un poco de los estímulos de la película.

En lo particular yo disfruté mucho la función, Sofi puso atención, eso si, nunca quiso sentarse en su butaca, estuvo en piernas de papá o de mamá, y llego un momento en que los tres niños estaban arriba de nosotros.

A la salida, me apoyaron para encontrar el elevador así que fue menos complicado con la carreola.

Pensar que puedes llevar a Sofi al cine, que no te tienes que preocupar mucho por que este sentada y sin hacer ruido por dos horas, que ella sabe donde está porque la iluminación le permite tener una conciencia del espacio, y sabe donde empieza y termina la pantalla, que el sonido no satura sus oídos, que nadie la ve como 'rara' o 'diferente' (porque ya se da cuenta cuando la observan de manera despectiva), a una familia, incluyendo a Sofi, que le gusta el cine, nos da posibilidades de salir de casa y no estar encerrados todos los fines de semana sin opciones.

Pero lo anterior, me deja pensando, ¿por qué llamarlo adaptado?, si en realidad, en ocasiones las características del cine, no son amigables para todo público, de hecho nuestros ojos están diseñados para ver la luz, y probablemente que la luz esté una sola zona del cuarto puede ser molesto para muchas personas, y tanto decibel en el audio, llega a ser perturbante para muchos.

Yo vi que los gemelos disfrutaron ver donde estaban que podían alanzar sus palomitas y refrescos porque los podían ver, y no tenían que recurrir al tacto o a la memoria de donde los dejaron para alcanzarlos. Además el intermedio nos sirvió a todos, para ir al baño, estirar las piernas, y salir del estímulo Londinense que nos estaba dando la película.

Considero que una iniciativa así debería estar abierta para todos, así que las acciones que se toman en el cine ubicado al sur de la ciudad, para una función, un sábado de una película infantil deben de continuar.

Y a su vez, espero que la cadena de cines que hizo el piloto, vea los beneficios, y así no solo sea un corto periodo de tiempo, sino que cada fin de semana podamos ver en las carteleras de los cines, una opción de Función Incluyente.