Expectativas

Desde el primer momento en que sospechas que estás embarazada inician las expectativas, la primera, ¿será cierto? ¿estoy embarazada? Inician los nervios. Cuando lo confirmas, empiezas a imaginar... ¿Será niño o niña?.... Ahora ya lo puedes saber pero hay que esperar aproximadamente 17 semanas para saberlo. Ya no recuerdo bien en que semana supe que mi bebe iba a ser niña, en ese momento, todos los nombres de niño pasan a segundo término, ¿cómo se va a llamar?

Ya sabemos que es niña, luego la pregunta ¿cómo se va a llamar?, esa respuesta la dimos hasta el día que nació; Sofía.

Antes de que naciera, la pregunta era ¿cuándo va a nacer?, ya nació. ¿cuándo sale del hospital?, ¿cuándo va a ser el bautizo?, ¿ya sostiene la cabeza?, ¿cuándo la piensas llevar a la escuela?

Muchas preguntas, que te haces y te hace la sociedad.

Después de las convulsiones, las preguntas no cambiaron mucho, aumentaron algunas al panorama, ¿qué dijo el doctor?, ¿cuándo calcula que terminen las convulsiones?, si tiene un retraso en el desarrollo pero ¿cuándo va a gatear?

Ella empezó a ir a terapias a los 5 meses, en ese momento yo no estaba consciente del retraso tan importante que tenía, todo lo va a lograr solo que a su tiempo.

Bien, esta en terapias, ya no convulsiona, pero no gatea, y la pregunta ¿cuándo va a gatear?, finalmente lo logra alrededor de los 25 meses. Y si bien no llevaba ni un día gateando, cuando aparece la siguiente pregunta ¿cuándo va a caminar?

Todas esas preguntas, son realizadas por personas que realmente no conocen lo que vivimos, y al principio yo también me las hacía, es normal, ¿no?, estamos acostumbrados a vivir de forma lineal, después de una cosa necesariamente viene otra, es parte de nuestra cultura y educación.

Sofí camina a los 39 meses; 3 años, 3 meses... lo logra un 4 de enero del 2014. La felicidad era indescriptible, un día se levantó y camino, y lo logró hacer en repetidas ocasiones. Y ahora apreció la pregunta obligada ¿cuándo va a hablar?.

Bien, ya gateó, ya caminó, cosas que la mayoría de los seres humanos logra hacer, y otra de las preguntas que siempre se le hace a un niño de alrededor de 4 años es ¿qué quieres ser de grande?, las respuestas son hermosas, piloto, bombero, policía, doctor, presidente. La sociedad esta hecha para que logremos contestar esa pregunta ¿qué quieres ser de grande?

Mi pequeña no es consciente de su propia existencia, no sabe lo que significa ser grande o pequeña, no conoce a un policía, ni quiere ser doctor, tampoco conoce lo que es ser investigadora como Dora la Exploradora, ni que Toodles con sus herramientas te ayuda a resolver problemas en La Casa de Mickey Mouse.

No sabe lo que quiere ser de grande porque no sabe que puede ser algo mas de lo que es, no sueña con ser princesa, ni con tener cola de sirena, o poder volar a las estrellas.

Ahora ella va a un centro terapéutico - educativo, donde el principal objetivo es que pueda aprender a vivir en casa, a comer sola, a ir al baño, a vestirse, a comunicarse, a ser feliz. No esta aprendiendo los números, ni los colores, ni los animales, y mucho menos las profesiones con las que puedes soñar con ejercer algún día.

Las expectativas tradicionales, ya no aplican para Sofí, si tengo respuesta para ¿Cuándo gateo?, ¿cuando caminó?, probablemente nunca logre hablar, nunca me pida ir al cine con un amigo, y seguramente, sabiamente, las personas no lo podrán preguntar ¿qué quieres ser de grande?.

La linea se rompió, no se cuando va hablar, no se cuando va a ir a una escuela regular, no se si quiere ser sirena o princesa, no se si prefiere a Mickey o a Bugs, mucho menos se si estudiará área dos o cuatro. Y seguramente nunca sabré si la UNAM es la mejor universidad para ella.

Yo no se si Sofí va a ser grande, seguramente nunca me diga que quiere ser astronauta, lo único que quiero que sea, es que sea feliz rodeada de su familia.

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