Desde hace tiempo, decidí que le iba a festejar su quinto cumpleaños a Sofi el 16 de Septiembre, esto porque el 19 de septiembre que es el día en que nació, no voy a poder estar con ella dado que tengo un viaje de trabajo.
Sabiendo como le gustan los Minions, mande a hacer un pastel decorado con el tan famoso personaje, todo estaba listo, invité a su bisabuela, y el pastel iba a ser en casa de sus abuelos, también compartí la noticia con mis amigos cercanos y una tía.
Todo marchaba bien, hoy no se trabaja en México, por el día de la independencia, así que los invitados no tenían pretexto para no estar ahí.
La mañana inicia mal, Sofí despierta muy enojada, siguiendo las instrucciones de las psicólogas se llevó a la extinción, esto quiere decir, no hacer caso al enojo, se le dio de desayunar y parecía que las cosas iban mejorando, pero no, volvió a ponerse mal. Nuevamente extinción... algo empezó a mejorar, ¡ah entonces es conductual!, en unos momentos estará bien.
Le encanta bañarse, así que la metimos a la regadera, la dejamos jugar con el agua, todo parecía indicar que iba mejor, al momento de sacarla, otra vez comienza a gritar, creo que no nos queda mas opción que darle, medicamento, ni modo, se va a calmar, pero lo mas seguro es que se duerma.
Despierta alrededor de la 1:15, yo pensé que iba a estar bien e iba a disfrutar su pastel, desgraciadamente no, estaba despierta, pero su sistema seguía dormido.
Comió, esperamos a los invitados, esperaba que fuera despertando poco a poco, la casa se llenó de personas, todas la felicitaron, ella llevaba puesto un lindo vestido, se veía hermosa, pero seguía dormida, con los ojos abiertos.
Había que partir el pastel, para eso estábamos ahí, sacamos el pastel, decorado con su personaje favorito. Debo de decir, que desde hace 2 años, todos sus pasteles tienen al personaje, le encanta verlo y tocar el merengue.
Así que era una lucha entre West (el síndrome que padece) y el Minion del pastel, le prendimos la vela, todos estábamos junto a ella, queríamos que reaccionara, que viera su pastel y disfrutara el merengue... Minion ganó, durante las mañanitas su pie terminó lleno de merengue (claro con su flexibilidad lo subió a la mesa), en su cara apareció una sonrisa. Reaccionó, fue feliz, disfrutó el merengue en su cuerpo.
Después creíamos que iba a no comer pastel, pero entre la abuela y la bisabuela le dieron en brazos poco a poco y se comió su rebanada. Vio sus regalos y estuvo en el columpio
Claro yo hubiera querido que estuviera mas despierta, hubiera querido no darle medicina, hubiera querido no escucharla gritar, estaba triste, pero al estar rodeada de su familia, y al ver lo que un Minion y un poco de merengue pueden lograr, esa sonrisa y risa que duró segundos, borraron todo el mal rato que había pasado; al final fue una tarde agradable, todos convivimos, comimos pastel, y por un momento nos olvidamos de que West hizo de las suyas en la mañana, y nos quedamos con la sonrisa que un Minion de merengue puede provocar en ella.
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