Bueno, ya Sofí tiene 7 meses, si bien todavía no se le quitan las crisis, están mucho mas controladas. Ya les contaré como fueron aumentando los medicamentos, y la aparición de las llamadas crisis parciales.
Pero en Agosto del 2011, nos encontramos con una nueva incógnita, la pequeña dejo de comer, no había manera de alimentarla, además de que había perdido toda la fuerza y alegría que tenía, parecía que todo el día estaba dormida con los ojos cerrados.
El neurólogo decía que todo estaba bien, que los electros iban progresando, la pediatra encontraba todo bien, pero no estaba todo bien... La niña no estaba bien.
Solo un dato salió mal, el CO2 en sangre estaba bajo, y ¿eso qué demonios significa?... Ya lo recuerdo, la hija de una amiga lo tiene, hay que ir con un nefrólogo (especialista en riñón), y darle una medicina (que no la venden preparada), que se conoce de forma coloquial como "citratos"
Pero, algo no me gustaba, los niños que tienen el CO2 bajo, tienen una enfermedad que se conoce como Acidosis Tubular Renal, y la principal característica es que los niños, son muy pequeños, tienen una edad ósea diferente, a su edad cronológica, Sofía no solo siempre estuvo en peso y talla, sino que algunos meses estaba por encima del promedio, siempre fue un poco mas grande de lo normal.
En fin, iniciamos con el tratamiento de los citratos, una pesadilla, saben horrible, y hay que darlos en todas las comidas, además que hay que mandarlos preparar a un laboratorio, o comprarlos en Estados Unidos donde tienen un mejor sabor, gracias a Dios mi hermano vive por allá y nos los conseguía.
Los meses pasaban, Sofía ya estaba mas despierta, era raro, no tenía la característica de ser mas pequeña, pero iba mejorando con los citratos. Ah bueno un problema, esta medicina le provocó gastritis, así que un nuevo problema a sumar mas medicamentos, algo de ranitidina, debe de funcionar.
Después de 6 meses, alrededor de abril del 2012, empieza con diarrea, análisis, no hay infección, todo normal, la diarrea no se quita, ya después de tanto análisis ya era junio, nos tocaba cita con la nefróloga, todo va bien, Sofía esta creciendo, comiendo, y esta mas despierta, pero aparentemente los citratos, son los culpables de la diarrea, hay que preparar una nueva fórmula.
Un problema, al día siguiente, me iba a la playa con ella para descansar, a mover cielo mar y tierra para lograr tener el medicamento antes del viaje. Lo logramos, ya tenemos el medicamento, la diarrea se debe de quitar.
Malas noticias, no solo se quita, sino que aumenta, ni modo, se toma la decisión en familia, de quitarle el medicamento y ver que pasa.
No sólo, no se le quita la diarrea, sino que empieza a estar mucho mas alerta. ¿qué demonios pasa?, ¿Acaso no tiene acidosis?, y ¿los citratos le hacen mas mal que bien?
¿Se acuerdan de mi amiga?, bueno para estas épocas esta muy contenta porque su hija esta superando la ácidosis, solo un examen para confirmarlo, pero me habla de un examen que nunca que pidieron a Sofía, yo tengo la sospecha de que la niña no tiene acidosis. Mi amiga me aconseja, llevar a la niña al hospital, y que le hagan el examen, si sale normal, yo tenía razón.
Un problema, en el hospital donde hacen el análisis trabaja mi papá, a que es muy amigo, de todos los doctores de Sofía, así que no podía pasar desapercibida, mi marido me apoya hay que ver que esta pasando, hablo con mi papá y le pido que me apoye y que no le diga nada a los médicos.
¡Sorpresa! el análisis normal, mi papa lo envía a los médicos, sin dar el nombre del paciente, la respuesta es que, el paciente esta normal. Finalmente, adiós citratos.
Ahora si que el instinto materno, y el apoyo de mi amiga (quién desgraciadamente si lidió con la acidosis, pero ahora ya está todo bien con su hija), me llevó a decidir que Sofí no necesitaba los citratos.
Ahora solo nos teníamos que preocupar por la cuestión neurológica. ¡Buenas noticias!
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