Mucho hemos buscado el enfoque terapéutico y educativo para Sofí, y al no encontrar nada en México, es que desde cero lo estamos creando.
Uno de los puntos dentro de la agenda semanal de Sofí, es fortalecer los lazos familiares.
Debo de confesar que jugar con mi niña es muy difícil ya que tiene muy poca interacción con los demás y muy pocos periodos de atención, se puede decir que los momentos en que esta mas atenta es la hora de la comida.
Antes de que ella caminara, se quedaba en un solo lugar, con un solo juguete por horas, había un sentimiento encontrado, era muy fácil cuidarla porque básicamente solo había que revisarle el pañal, pero difícil ver como no podía hacer mucho mas.
Ahora que ya se desplaza por todos lados, su juego ha evolucionado muy poco, sigue buscando juguetes en donde exista la acción - reacción, se auto-estimula, con luces y sonidos. Sin embargo por momentos esos juguetes le aburren, no sabe, no sabemos como jugar con ella algo mas. Le cantamos, y reacciona muy bien, pero su atención es solo por segundos.
El problema es que cuando no encuentra diversión en sus juguetes, los cuales por lo general los acciona con la boca, y no con las manos, empieza a caminar sin rumbo, y se empieza a desesperar.
En un ambiente así, y teniendo que cuidar a dos bebes de un año, es difícil, dedicarle tiempo a Sofí, no me gusta decirlo, ni sentirlo, pero es un alivio cuando encuentra su juego viendo luces, porque así hay tiempo... ¿para qué?, no lo sé, solo se que mi estrés ya ansiedad bajan.
Dado lo anterior, es que sus terapeutas se esforzaron en buscar un momento mama - hija, así que ya desde hace un mes, todos los martes nos vamos a tomar un helado. ¿A dónde?, diferentes lugares, el centro de Tlalpan, centro de Coyoacán, Perisur, o el jardín de su escuela.
Todo lo anterior con el objetivo principal de fortalecer la relación que tengo con Sofi. La tarea puede sonar sencilla, pero tiene varios retos. Uno de ellos, que Sofí se acostumbre a estar en plazas púbicas, por otro lado, que practique la comunicación con tarjetas, y fortalezca el sistema de comunicación conmigo; a su vez que aprenda a esperar como el mesero trae lo que se pidió.
La maravilla de hoy (15 de sept del 2015), se le dio a escoger entre dos sabores de helado, y a su manera, nos indicó que quería el de chocolate, antes siempre yo pedía lo que yo creía le iba a gustar.
Además, hoy se logró estar en una mesa, platicábamos las terapeutas y yo, Sofí en su lenguaje no verbal, nos interrumpía adecuadamente, para pedirnos mas helado. Eso nunca había pasado, básicamente siempre le dábamos de comer, con la finalidad de alimentarla y no de interactuar.
No es que ya podamos tener una conversación madre / hija comiendo un helado, pero ya empiezo a sentir que Sofí esta conviviendo, que esta presente, que interactúa y que pide lo que quiere.
Ya no es la hora de la comida, por la necesidad biológica de alimentación, sino que la hora de la comida, el ir por el helado, esta empezando a tener para Sofí y para nosotros, algo vital del proceso, una relación social, basada en la comunicación.
Espere casi 5 años, para llevar a Sofí a tomar un helado, y hoy me dijo que quería un helado de chocolate. Y eso fue algo entre ella y yo. Habrá que esperar que pide la próxima semana.
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