El poder de la fuerza.

Desde muy pequeña mis papas me inculcaron el valor de la música, según recuerdo me inscribieron cuando tenía como 7 años a clases de piano, siempre las disfrutaba, aunque debo de reconocer que los festivales no me gustaban mucho eso de tocar en público nunca me gustó. Nunca fui muy buena, solo logré tocar leyendo la partitura, realmente eso de interpretar una melodía sin las notas nunca logré hacerlo. Fui a clases de piano puedo decir que hasta que me casé.

Retomé las clases de piano, poco antes de que naciera Sofi, me gustaba mucho, además de que mi maestra ya se había convertido en mi amiga y confidente, el problema en mi nueva casa no tenía piano, Sofi tenía 3 meses todo iba bien, no había ningún problema, decidimos comprar un piano.

Llega el 23 de Febrero del 2011, y el 24, jueves, todo el día en el hospital, y ahí recibimos el diagnóstico de Síndrome de West, y con él regresamos a casa, el viernes nos indican que el sábado en la mañana hay que medirle los niveles de azúcar a Sofi.

Nos encontrábamos, tratando de tomar la muestra de sangre de Sofi, entre agobiados, tristes, sin saber bien que sucedía, y sin comprender cómo y por qué le tenemos que sacar sangre a un bebé de 5 meses, en medio de todo lo anterior, suena el timbre, a lo cuál me dicen.... “acaba de llegar un piano”, se recibió y toda la atención volvió a Sofi, creo que desde ese día no lo he vuelto a tocar.

Pero el hecho de que ya no me acerque a la música como antes, no quiere decir que mi gusto por ella se haya acabado, la música siempre ha estado cerca de nosotros y la música de Star Wars no ha faltado.

Hoy a casi 8 años de que Sofi escucha la ‘Marcha Imperial’ cada vez que llama su papá al celular no podemos negar el gusto que Sofi tiene a la melodía ya sea por tratarse justamente de una marcha o por la asociación que tiene con su papá.

Hace algunos meses vi anunciado “Concierto Sinfóncio Familar de Star Wars”, a presentarse en una de las salas mas importantes de la Ciudad de México; yo no lo podía creer eran demasiados elementos juntos, música sinfónica, para niños, y además de Star Wars, no dude en comprar de inmediato boletos. Era una oportunidad para enseñarle a los gemelos qué es la música, cómo se genera y la belleza que hay detrás de ella, y estaba segura que para Sofi escuchar la música en vivo en una sala de conciertos sería una gran experiencia.

Ya tenía los boletos, siempre hay que anticipar a Sofi, darle dosis de aquello que será nuevo para ella para que lo pueda recibir de mejor manera, fácil música de Star Wars, pequeño detalle estamos hablando de 8 soundtracks de varias horas de música. Así que directamente escribí a la sinfónica, explique que Sofi necesitaba conocer el programa para poder apreciar mejor el concierto, y sin problema me lo compartieron, acto seguido ya tenía la lista de reproducción con las piezas del concierto.

La misión que Sofi escuchara en programa en todos lados, principalmente en el coche y con sus maestras en clase. Todo listo... a escuchar Star Wars.

Empezaron mis dudas, cada vez que le ponía la lista de reproducción en el coche, Sofi se empezaba a poner impaciente, se notaba que no le gustaba, su maestra lo confirma, realmente hay muchas piezas que no le gustan... aún así cuando el día llegó yo tenía grandes expectativas.

Había investigado el mejor lugar para escuchar el concierto, me indicaron que el mejor, ya estaba agotado, pero sin duda los boletos que me recomendaron no pudieron ser mejores, lo mas complicado fue bajar unos cuantos escalones, pero fuera de eso, la butaca perfecta, no teníamos a nadie adelante, por lo que no nos teníamos que preocupar porque Sofi con sus patadas molestara a las personas de adelante.

Por mas que nos apuramos no logramos llegar con mucho tiempo de anticipación, íbamos los 5 y la tía favorita, ah y ahí nos quedamos de ver con un amigo. Sofi, su papá y yo entramos por el elevador, mientras que los demás entraban por la puerta general.

Bajamos las escaleras, no encontrábamos los lugares, faltaban escasos segundos para que iniciara, así que decidí sentarme en las escaleras mientras le daba contención a Sofi, y en eso se escuchan las primeras notas, aquellas con las que inició el Episodio IV en 1977, y Sofi en el acto empezó a poner atención, no sabía donde estaba, ni de donde venía la música solo sabía que estaba rodeada de ella, y de mis brazos. 

Una vez que terminó la primera pieza, nos pudimos trasladar a nuestro lugar, Sofi quedó entre su papá y yo, ella, como nunca se sentó erguida en su butaca, no tuve problema en ponerle el chaleco de peso (siempre es bueno que tenga contención, sobre todo en un evento que va a durar mas de una hora), comenzó la siguiente pieza, ella estaba atenta, con cada trompeta o uso del platillo ella cada vez mas erguida, intentaba ver a la orquesta que se econtraba dos pisos abajo, estábamos en el tercer piso, pero con una perfecta vista general. 

Ciertamente con piezas como ‘Anakin’s Theme’ o ‘Luke and Leia’, Sofi perdió un poco de atención pero no mucha, únicamente con pequeños pedacitos de papas fritas, de verdad de menos de 3 cm de largo, ella retomaba la atención y volvía a estar en una galaxia muy muy lejana....

Para fines del concierto y tomando en cuenta de que era un concierto familiar entre pieza y pieza explicaban que instrumentos conformaban la orquesta, y los relacionaban con parte de la historia de Star Wars, ahí si, a Sofi la perdíamos, había que cantarle y evitar que se bajara de la butaca. las explicaciones cortas, y Sofi no tardaba en recuperar la atención con el inicio de los siguientes acordes. 

Se acercaba el final, yo no cabía de felicidad, Sofi estaba atenta, nos explicaban que desde su creación algunas piezas de la autoría de John Williams, son repetitivas en su ritmo, y ciertamente esas eran aquellas que mas atención lograban generar en Sofi. 

No lo podía creer, junto a mi tenía una niña de 8 años, sentada erguida, poniendo atención, totalmente inmersa en el mundo de Star Wars, en silencio, sonreía, y si en algunos momentos dejaba salir sonidos guturales que denotaban felicidad; sin contar que cuando quería más música aplaudía. Ahí estaba ella mejor portada que muchos niños que se encontraban a su alrededor. 

Ahí estaba yo, viendo a mis tres hijos, disfrutando de un concierto sinfónico, disfrutando de un lenguaje universal, la música,  pensaba yo, que era el cuadro perfecto, pero eso no era todo... ya que los acordes de la ‘Marcha Imperial’ me regresaron a la realidad, pero a su vez me transportaron a una galaxia muy muy lejana... pocas veces había visto lo que estaba mirando, una Sofi completamente envuelta en un sonido que la rodeaba, una Sofi que no dejaba de sonreír, con una mirada de atención y amor que no hay manera de explicarla, no tenía los dedos en los oídos (cosa que hace cuando le gusta la música), completamente erguida, viendo al frente, con los ojos muy abiertos, y lo mas maravilloso estaba tomando una mano, la mano de su papá. 

Después de la ‘Marcha Imperial’ el concierto tardó poco en terminar este lo hizo con la pieza que se escucha al final de la película ‘Una nueva esperanza’ cuando Luke y Han reciben el reconocimiento de parte de la princesa, y estar ahí envuelta en esa música, me hizo pensar justamente que con Sofi hay muchas cosas buenas .... y que Star Wars me estaba dando Una Nueva Esperanza ... ahora ya teníamos un lugar mas a donde llevar a Sofi... a una sala de conciertos...

Después del aplauso del público, el director me dio un último regalo volver a ver a Sofi completamente conectada al volver a escuchar la ‘Marcha Imperial’... una canción que mas que maldad, tiene todo para el gusto de Sofi, acordes fuertes y repetitivos, mezcla de graves y agudos, y un vículo que nadie tiene ... una relación con su papá y sin problema me encanta pensar que Darth Vader le dice a Sofi ‘I am your father’...

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