El Pastel

Como es tradición en la familia, el día del cumpleaños, se festeja con pastel y velas.

Sofí desde que cumplió un año de edad tuvo su pastel de cumpleaños.

Lo que ha sido impresionante es como a lo largo de 6 años ha cambiado la relación con su pastel.

Cuando tuvo su primer acercamiento con el pastel, no lo identificó, sabía que había algo en la mesa, con merengue, del cual no toleraba ni la textura del pastel, ni la del merengue, en fin, se le cantaron las mañanitas, y se tomaron las fotos correspondientes.

En su segundo año, la situación no fue muy diferente, fotos enfrente del pastel, con su veleta que tenía el número 2.

Ya para cuando cumplió tres, ya éramos amigas de los Minions, así que el decorado, era del simpático personaje amarillo, ahí se acercó al pastel, lo quiso agarrar, sin embargo al sentir la textura del merengue lo rechazó, tenemos las primeras fotos en donde ella se quiso acercar a su pastel.

Su cumpleaños, número cuatro, no fue muy distinto al número tres, me refiero en cuanto a la relación con su pastel, nuevamente se animó a acercarse a su Minion y a agarrarlo encontrándose con una figura de merengue.

Poco antes, de que ella cumpliera cinco años, se empezó a ver un cambio en su percepción sensorial, ya distinguía temperaturas, y ya empezaba a tolerar mas alimentos, así que cuando cumplió cinco, no solo se animó a tocar y a destrozar su pastel, sino que al hacerlo, ella sabía que era algo diferente, una especie de travesura, no tengo muy claro, si fue la travesura o la sensación del merengue en su cara y manos, pero ella se reía, se rió, disfrutó su cumpleaños.

No le importaron las mañanitas, ni los regalos, lo que la hizo reír fue el hecho de poder meter las manos al pastel, e intentar llevarse el merengue a la boca.

Este Septiembre, el 19 cumplió 6. Para el 2016, ella ya tolera muchas mas texturas y sabores en su boca, disfruta las palomitas, las papas y el helado, sensorialmente esta mucho mas integrada.

Y ahora si la travesura fue completa, después de las mañanitas, que por cierto, creo que le aburrieron un poco, y después de ayudarla a apagar sus velas, (ella todavía no es capaz de soplar), se le acercó, el pastel, esperábamos que hiciera justo lo siguiente:

Meter las manos al merengue...

Cual va siendo nuestra sorpresa que su intención no fue solamente, tener la sensación del merengue en sus manos, sino que se llevó un pedazo de pastel a la boca, lo saboreó al mismo tiempo que soltaba una carcajada...

Y la situación continuaba, ella al ver que se había terminado el pedazo de pastel que tenía en las manos, busco mas, si le acercamos el pastel, quedo un poco destrozado, pero ... en fin... era su cumpleaños; tenía todo el derecho.

Cuando estaba toda sucia, y feliz, la llevamos a lavar, y la regresamos a la mesa para que como una niña educada comiera su pastel en un plato y con cuchara... obvio ya no lo quiso.

La magia, a o largo de seis años, ella ha aprendido lo que es un pastel de cumpleaños, ha aprendido a tolerar la textura tanto en sus manos como en su boca, aprendió a disfrutar la tradicional "mordida" que el que cumple años le da al pastel.

Y lo mas importante aprendió a reírse de una travesura... en este caso comerse su pastel de cumpleaños con las manos.... un acto de total autonomía.

1 comentario:

  1. Feliz cumpleaños nuevamente. Tus tíos siempre te tienen presente aunque no nos podamos ver tanto como nos gustaría.
    A tus papás también siempre los tenemos en la mente y el corazón. Los queremos mucho y admiramos aun más.

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