La deuda de Navidad

Desde que Sofi nació siempre se ha festejado la navidad, siempre se ha adornado, cuando era bebé poníamos el árbol de Navidad, después con temor a que lo pudiera tirar, dejamos de ponerlo, eso si su bota de Navidad siempre estaba en la casa. 

Cuando los gemelos tenían un año tuve el espíritu navideño de que tuvieran su árbol de Navidad, así que encontré un lugar en la casa donde “en teoría” Sofi no llega a el con facilidad y así fue. 

Nunca he sido de las que cambian los adornos de Navidad año con año así que en el 2015 lo que compré fue el árbol que pudiera quedar arriba de la cajonera para que Sofi no lo alcanzara. 

Para el 2016, decidí que mis esferas color ocre no eran de las más navideñas por lo que busqué esferas rojas, si, capaz que muy trillado pero sentía que era más navideño, en la tienda vi una esfera de Mickey y otra de Minnie y no dudé en comprarlas para los gemelos. Tenía la ilusión del árbol por los gemelos, no tanto por Sofi. 

En el 2017, salieron las esferas de los gemelos, cada uno la colocó, Sofi estuvo presente, pero no participaba de la puesta del árbol, y mas bien el desorden navideño creo que la hace estar de malas.

Casualidad o no, en la puesta del árbol del 2016 y 2017, estaban la tía favorita, con el tío, y un amigo que desde que lo conocimos ha estado siempre presente. 

Para el 2018, estaba todo planeado, sacar los adornos, ya lo dije la idea no es comprar cosas cada año, y ya tenia mis esferas rojas, color “navidad”, la tía favorita llegó con algunas cosas de su casa, y ahí estábamos todos, salieron las esferas de los gemelos, cada niño ilusionado ponía minuto a minuto un adorno en el árbol. 

Sofi, Sofi, estaba en casa, se le dio de cenar de forma regular, en esta ocasión no tuvo interés en acercarse al árbol, quería acosarse en el sillón, y ya acostada le pusimos su gorro de navidad, el cual permaneció en su cabeza, no mucho tiempo, pero lo suficiente para tomarle una foto. 

El árbol estaba casi listo, yo sin saberlo en ese momento sabía que algo había faltado los últimos años. Y así entre luces y villancicos la casa estaba quedando adornada, cuando llega mi amigo... 

Llega despreocupadamente, saluda y saca de su mochila una ¡esfera de Minion!, él lo sabía, los dos años anteriores había estado presente, siempre se había incluido a Sofi, pero al árbol le faltaba algo... faltaba la esfera de Sofi. 

En la casa Sofi tenía su bota, igual que los gemelos, pero no tenía esfera, la razón, muy sencilla, simplemente no la habíamos encontrado, aquel día que compré la de Mickey y Minnie no le compré a Sofi no porque se me haya olvidado, sino porque no vendían la esfera de Sofi. 

Mi amigo supo que faltaba la esfera de Sofi en el árbol, no se resolvió el problema en el 2016, ni el el 2017 porque no estaba la esfera de Sofi.

Este año, mi amigo la encontró, y la llevo, y llegó a casa justo el día que estábamos poniendo el árbol.

Lo mejor cuando él les enseñó la esfera a los gemelos, ambos dijeron a coro “la de Sofi” y los dos corrieron por ella para colocarla en el árbol. 

Sin saberlo dos años mi árbol estuvo incompleto, pero este 2018, con ayuda de mi amigo, se saldó la deuda de Navidad, y en Noche Buena, las tres esferas brillarán para recibir a la Navidad. 

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