Honestidad.

Mucho ha pasado desde el último 10 Mayo, pasamos por 15 días de hospitalización, el uso de un nuevo medicamento para controlar su ansiedad y su irritabilidad, cambio de maestra terapéutica, y un nuevo sistema de inclusión.

Si bien el año pasado, ya iba a la escuela, todavía faltaba mucho por hacer, este año escolar, empezó a ir 2 veces a la semana,de forma regular desde el inicio del ciclo, también empezó a participar en todos los festivales de la escuela, Navidad, exposición de arte, desfile de triciclos en la primavera, y también disfrutó de las fiestas internas, como fue la del 14 de febrero, y la del 30 de abril... hasta llegar al festival del día de las madres.

Recibí la invitación con gusto, solicitaban que fuera vestida de forma específica, sin problema, todo lo tenía en casa y era sencillo de conseguir; el horario el mejor, 11:30, cuando los festivales son muy temprano, siempre tengo angustia de la hora de despertar, sin embargo para casi el medio día lo mas seguro es que ella estuviera despierta y alerta.

Su maestra terapéutica, desde hace varios días me pidió que le pusiera en casa y en el reproductor de música las canciones del festival para que Sofi se fuera familiarizando con ellas, desde ahí se presentó un problema, su maestra me anticipó que no le estaban gustando mucho, que simplemente las ignoraba.

A finales de Abril, todo el equipo que trabaja con Sofi, escuela, maestras terapéuticas y papás acordamos que se iba a tener una prueba, Sofi intentaría ir 4 días a la semana al kinder; así que el un día antes del festival tendría clase.

Ese día anterior al festival, su maestra terapéutica me comenta que, es una muy buena oportunidad, porque Sofi podría ensayar un día antes además de que se cambió una canción y repasarla con todo el grupo no estaría mal.

Un día antes del festival, por lo regular, siempre mandan un reporte de cómo estuvo Sofi, ese día después de muchos, el reporte no fue favorable, varios niños estuvieron irritables y gritaron, y cosa rara contagiaron a Sofi, así que no hubo ensayo, definitivamente ni lo quiso intentar.

Siempre es un misterio el despertar de Sofi, el día del festival, despertó un poco temprano, abrió los ojos como una hora antes de lo normal, pero estaba de excelente humor, se dejó cambiar, desayunó excelente, no tiro nada, jugó mientras esperaba la hora, se dejó peinar, en fin, una mañana digna de recordar... y así se fue a la escuela.

Ya el año pasado Sofi me había dado el mejor regalo un beso y un abrazo por el 10 de Mayo, este 2018, seguía siendo un misterio.

Estábamos todas las mamás del grupo esperando, la directora dio la bienvenida, y empezaron a entrar los niños a escena. Sofi caminando derecha, su maestra terapéutica después, llegó a su lugar, y no se tiró al suelo, por un momento se me olvidó que no le gustaba la canción.

Pero el gusto duró poco, ya que escasos segundos después de escuchar los primeros compases la sonrisa de Sofi desapareció, así como su postura, en un instante acabó en el suelo... y ahí me quedó claro no le gustaba la canción, durante toda la presentación, Sofi intentó escapar del tan esperado baile, se tiraba al suelo, y gateando esquivaba a su maestra, lo mas que logró fue sentarla y tratar de llevar el ritmo con las manos. Terminó la canción.

Y así inició la segunda, a la cual ya no le tenía fe porque la anterior no le gustó y la segunda era nueva y no la había podido ensayar... la dinámica la misma... Sofi se quiere escapar...

Efectivamente, no bailó, no le gustaron las canciones, pero demostró su independencia, sin enojos, sin jalón de pelo, sin mordidas, simplemente no quiso hacer algo que no le gustaba, y lo hizo de manera civilizada, es decir, sin lastimarse ella, ni a los demás, y para mi eso fue un gran logro.

Después del baile la dinámica era que ella me sirviera el desayuno, otra vez demostró su honestidad, ella no quería servir desayuno, ella quería desayunar, y sentarse en mis piernas, y así fue como me robó mi jugo y mi mollete, mientras le daba el pan con frijoles y queso, no pude evitar la época en que no toleraba la textura del pan, la época en que solo comía caldos o guisos, y así ella buscando lo que quería, comer en mis piernas, fue que este año recibí un regalo diferente al año pasado.

En el kinder si prepararon un regalo físico, con apoyo total de su maestra terapéutica, me lo dio, pero ella otra vez lo que quería era darme un beso y un abrazo. La directora menciona en el micrófono que los niños hicieron el regalo, bueno mas bien que ellos decoraron el paraguas, no pude evitar preguntar lo que Sofi realmente había hecho, a lo que me dijeron que lo que mas disfrutó fue poner sus dedos con el color rojo.

Y así terminó el festival del 10 de mayo del 2018. Un festival en donde descubrí que Sofi es honesta que no va a bailar algo que no le gusta, que después de mucho luchar puede disfrutar de un mollete, y que nuevamente el regalo físico para ella no significa nada, ella quería dar y recibir un beso y un abrazo, y eso es justamente lo mejor que me puede dar.

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