La vida Bajo el Mar

Una de las primeras cosas que identificamos que le gustaban a Sofi era el agua... desde que tenía 6 meses de edad disfrutó su primera semana santa en la alberca infalible en el jardín de sus abuelos. Cada vez que teníamos oportunidad le poníamos la alberca en el jardín. Hubo oportunidad de ir a Acapulco y a Valle de Bravo definitivamente era feliz.

En el verano del 2013 viajo a acompañar a su padrino a mudarse de ciudad, el vive fuera de México, ya instalado el padrino en su nueva casa teníamos oportunidad de visitar la ciudad y ser turistas, una de las principales atracciones de la cuidad es su acuario... no podíamos faltar.

En esa época no caminaba, todavía no desarrollaba sus problemas conductuales, la familia nos encaminamos hacia la atracción, ella iba en su carreola, tranquila y feliz.

Al entrar, lo que mas llamó su atención, fueron las especies del mar profundo, ¿por qué? sencillo, la ambientación de la sala era especial para ella, luz tenue (para poder ver los peces), por no decir casi oscuro, (porque en el mar profundo hay poca luz), entonces ¿qué fue lo que llamó su atención?, fácil, las especies todas de ellas, de colores brillantes y algunas de color neon. Otra situación que ayudo a Sofi, es que dentro del acuario piden silencio para no distraer a los animales marinos, en fin un espacio donde su sentido visual se vio favorecido, donde estaba contenido, donde el audio no la aturdía.

Después de ese viaje, fue que la inscribimos en clases de natación, el resultado felicidad total. Conforme Sofi fue creciendo su pasión por el agua nunca desapareció, pero no habíamos tenido oportunidad de llevarla nuevamente a un acuario.

El papá de Sofi desde hace tiempo quería llevar a los tres niños al acuario, en realidad, nuevamente teníamos la duda, ¿llevar a Sofi o solamente a los gemelos?, ahora ya tiene problemas conductuales ¿realmente le gustará como sucedió hace 4 años?... muchas dudas, y al final la respuesta ... 'tiene derecho a salir, no puede vivir encerrada', 'vamos a llevarla'

La situación ya no era tan fácil, hay cosas que planear, decidimos darle medicina para evitar que se alterara, no porque se hubiera levantado mal, sino a manera de prevención. También llevamos su música, para que pudiera tener algo en que fijar su atención ya que como iba a estar contenida en la carreola, necesitaba en caso de necesitarlo una distracción.

La ida al acuario se planeo para un lunes de puente, teníamos que llegar temprano para evitar una cola interminable, a pesar de que llegamos relativamente temprano nos dijeron que teníamos que hacer una cola para entrar de aproximadamente veinte minutos, ahí tome una decisión, no me gusta hacer evidente que Sofi tiene problemas para esperar y que eso la altera, pero me aguanté ese punto y se lo comunique al encargado, inmediatamente entendió la situación y nos dio acceso a otra fila.

Al entrar al acuario, nos dimos cuenta que todo estaba perfecto, la ambientación, luz baja, voces bajas, oscuridad y especias neón que se veían de forma espectacular.

Sin embargo si hubo que prestarle su música, ya que sin ella se empezaba a alterar, la llevaba en volumen bajo para no distraer a los otros visitantes.

En una sala, había un micrófono, daban una explicación, mucho ruido, pensé que se iba a alterar, además de que en la sala había mucha luz... me angustié, la verdad lo único que hicimos antes de que pasara cualquier cosa fue sacarla de esa sala y llevarla a otro lado.

Algo que fue increíble, es que no sufrimos con los accesos, la carreola tuvo acceso a todos lados, y sin ningún problema Sofi pudo ver toda la exhibición.

Al final yo estaba un poco preocupada, fue una visita larga, todo el tiempo sentada, entre en ansiedad quería ya llevarla a casa para que pudiera estar libre, y tuviera su comida, la del problema era yo, no ella, ella estaba tranquila y relajada.

Fue la medicina, fue la música, no lo se, yo prefiero pensar como diría Sebastian... "la vida Bajo el Mar, es mucho mejor que el mundo de allá arriba"

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