Sucedió

Sofi se mueve, se desplaza, camina, sin embargo es torpe, se cae, se tropieza, en fin tiene muchos moretones todo el tiempo.

Por su cuestión de poca sensibilidad la mayoría de las veces después de una caída pues simplemente se levanta y sigue su camino, pocas veces llora.

Recuerdo que era Diciembre del 2013, fecha en que Sofi tuvo su última convulsión (claro hasta el momento), era de noche, todavía no habían llegado los gemelos, ella empieza a convulsionar, nos dimos cuenta porque el llanto era diferente.

Pasa la crisis, aparentemente todo bien, excepto... Algo raro estaba pasando, su brazo, el brazo izquierdo estaba totalmente inmóvil, no lo movía, además claro de que ella estaba completamente desorientada.

Con miedo localizamos al doctor, quien después de escuchar los hechos, confirma la convulsión, y la consecuencia; la pérdida de movimiento del brazo, a su vez nos tranquiliza, dice que recuperará la movilidad en un lapso no mayor a veinticuatro horas. Pasado un día todo volvió a la normalidad.

Después de esa fecha, poco a poco nos olvidamos del hecho, aparecieron nuevos retos los cuales hemos ido afrontando día a día, conocimos las crisis irritativas y las disregulaciones, y aumentó nuestra preocupación por la cuestiones gástricas.

No había pensando en su falta de movilidad en el brazo hasta ayer...

Hace dos días tuvo un muy mal día, mucha irritabilidad, mucha ansiedad, insomnio, en fin todo el paquete incluido, y también hubo brincos desde la cuna, se bajaba, con muy poca habilidad, en realidad eran brincos hacia el suelo, y pues estaba el golpe que la recibía. 

Una vez que se tranquilizó empezamos a notar que no podía caminar, lo atribuimos en primaria estancia al cansancio causado por la irritabilidad y la agresividad, y al exceso de medicamentos que hubo que darle.

La mañana transcurre de manera normal, excepto que ella sigue sin querer caminar. Ya al llegar de la escuela nos damos cuenta de algo, si no camina, pero no porque no quiera sino porque no puede.

La bajó del coche, intentó que camine, y el peso la vence, tiene la pierna en el aire, ni siquiera hace el intento por tocar el piso, mientras que con su pierna derecha intenta lograr el caminado el obviamente es imposible.

En ese momento lo único que pienso, es el el brazo inmóvil que le vi en Diciembre del 2013, e inician las preguntas ¿por qué no le responde la pierna izquierda?, ¿tuvo una convulsión y no nos dimos cuenta?, el terror, después de 3 años nuevamente hay convulsiones.

Empiezan las llamadas, y las listas de estudios, hay dos posibilidades que tenga dolor, un golpe, algo motor le impide apoyar, o... Qué sea algo neurologico, algo pasó en su cerebro que le impide caminar. 

Recomiendan esperar y observar, pero en realidad yo no quiero esperar, si regresaron las convulsiones, hay que cambiar todos los medicamentos, así que salgo corriendo al hospital para hacerle un electroencefalograma; único estudio que nos puede decir si hay actividad eléctrica en el cerebro de Sofi.

Un día que empezó bien, con Sofi en la escuela con su maestro, donde íbamos a pasar la tarde en casa, terminó en una tarde de terror en el hospital.

Una vez que terminó el estudio, tuvimos que presionar para que nos dieran la interpretación, simplemente yo no podía esperar las 24 horas que tardan en interpretar. 

Todo lo anterior sin contar que no había localizado al neurólogo, era demasiada incertidumbre.

Una vez que terminó el estudio, no nos quedó más remedio que esperar a que el pediatra nos pudiera recibir.

Estando en la sala de espera, llegan los resultados del electro, ¡no hay actividad eléctrica! Y pocos minutos después logro comunicarme con el neurólogo, le platico los síntomas, le leo el resultado del estudio; confirma que no es un problema neurologico, que la niña puede no estar caminado por inflamación de la articulación causada por un virus o bacteria. 

El terror de pensar que habían regresado las convulsiones y que por eso perdió fuerza en la pierna, ha quedado en el pasado; ahora teníamos que conocer el porque no se mueve la pierna a nivel local, nuevamente dos posibilidades, inflamación causada por virus o bacteria o inflamación causada por un golpe.

Después de que el pediatra la revisó, y al no encontrar síntomas de infección, la conclusión lógica es que se lastimó la cadera izquierda el día anterior después de que cayó de la cuna. Ahora sí con conocimiento de causa, hay que observarla a ver cómo evoluciona.

Increíble pensar que fue un golpe, ella no tiene semblante de dolor, no lloro al caer de la cuna, creo que todavía no está preparada para sentir mucho dolor.

Lo que sí sucedió, es algo qu siempre ha estado latente, que después de una caída o una autoagresión, la consecuencia ya fue mucho más que un simple moretón.

No nos queda más que esperar, y observar para que vuelva a caminar....

No hay comentarios.:

Publicar un comentario