La interminable espera.

Si de algo tenemos que estar agradecidos es de la salud de Sofi, realmente pocas veces se ha enfermado, me refiero a enfermedades de tipo bacterial o viral; por el momento recuerdo dos, una gripa terrible en febrero del 2015 y una gastroenteritis de miedo en septiembre el mismo año.

Sabemos de buena mano que la fiebre es uno de los principales detonadores de confusiones, así que cuando Sofi presenta fiebre, por muy poca que sea 37.7 o 37.8 todos nos alarmamos.

El 16 de mayo del 2017, Sofi se notaba muy irritable, algo sucedió después de haber ido al baño, le dolió, se enojó... nunca lo sabremos, así empezó todo, con una crisis irritativa después de haber ido al baño.

¿Alarmas?, no muchas, se le dio la contención necesaria, y los medicamentos adecuados, para la cena ya estaba calmada, y poco a poco e fue quedando dormida.

En la madrugada, llanto, lo primero que pensé fue que seguía irritable o agresiva, dicen que hay que dejarlos que se autoregulen solos, sin hacerles caso, pero en ese momento sabía que no había que dejarla sola, era un llanto diferente, había que estar con ella.

Llega el papá de Sofi, no sabemos bien que pasa, en eso le pido el termómetro; ahí tenemos nuestra respuesta al malestar de la niña, Sofi tiene fiebre, 37.8. Hay que darle ibuprofeno, y esperar a la mañana para llevarla al doctor.

La consulta, muy normal, le encuentra una pequeña infección en las vías respiratorias, antibiótico, jarabe, y reposo, nada fuera de lo común.

Ese día duerme, y no come, y así sucede un día mas, es normal que cuando Sofi se siente mal, duerma, pero eso de no comer dos días, ya no lo vemos tan normal.

Al tercer día en lugar de verse mejor, se ve mucho peor, sigue sin comer, y bueno sin ir al baño, pero se lo atribuíamos a la falta de comida. Nuevamente al doctor, quien pide una placa de abdomen previo a la consulta, ¿por qué de abdomen?, acaso no tiene gripa... yo tercamente le hago dos de tórax y de abdomen.

Primera espera, la placa de tórax se ve normal, bueno una placa normal para alguien con gripa, pero la de abdomen se ve muy rara, así no se ven en mis libros de anatomía de prepa.

El doctor, nos dice que sigue con gripa, nada grave, que hay que seguir hasta terminar el antibiótico, respecto al abdomen, nos dice, que se ve así por no haber ido al baño en mas de 72 horas, así que le hace un lavado para ayudarla a sentirse mejor.

Después del lavado, Sofi se dejó de quejar, se veía mejor, pensaba que era el final, pero en realidad fue el principio de una larga espera.

Al día siguiente las cosas parecían bien, el lavado había funcionado, pero conforme avanzo el día, se fue poniendo mal, muy dormida, y sin comer, dejamos pasar el día, a la mañana siguiente todo sigue empeorando, le hablo al doctor, lo estamos haciendo bien en casa, hay que esperar, la espera termina cuando vuelve a presentar fiebre pero ahora de 38.4. La llamada inmediata al médico, era domingo, por eso no pensaba en llevarla a consulta, y en ese instante pide análisis de sangre y orina; no podíamos esperar al lunes, así que acudimos al hospital donde el laboratorio abre los domingos.

La sangre, bueno es difícil encontrarle la vena, pero al final la obtuvimos rápido, la orina era el problema, casi no había tomado agua... así que tomaron la sangre y esperamos a que hiciera pipi... no hay mal que por bien no venga... durante la espera de la orina empezaron a salir los resultados de los análisis de sangre... el médico no lo dudo, estaban totalmente alterados había que internarla, esa sería la primera de 12 que pasaríamos en el hospital.

La espera inició, el intestino, no solo estaba inflamado, estaba paralizado, ¿por qué?, el virus de la gripa afectó el intestino, provocando la inflamación de los ganglios intestinales, provocando una adenitis mesentérica.

Nos dicen que no hay que esperar mucho, un día en ayuno, antibiótico, y todo estará bien, pero vemos que al momento de la comida sigue sin tolerarla, se pone muy mal, tiene mucho dolor.

Tres días después todo parecía que íbamos a salir, ya se había firmado el papeleo inicial para salir del hospital, lo que nadie sabíamos es que la fiebre iba a volver a aparecer.

Nuevamente análisis, de todos tipos, hasta que encuentran a la bacteria EColi, indican 72 horas de antibiótico por l vena. Al terminar esas 72 horas, estábamos cumpliendo ocho días en el hospital.

Al terminar las 72 horas, Sofi no se veía bien, ella necesitaba mas cuidados, así que seguimos en el hospital, lo malo, la via intravenosa se le dobló y fue imposible volvérsela a poner, de tanto análisis y tantas intravenosas sus venas ya estaban muy lastimadas. Así que el médico decide esperar e intentar la via oral, esperando que no se deshidrate. En caso necesario habría que ponerle un catéter... no llegamos a eso.

Muy poco a poco a darle de comer, lentamente empieza a aceptar alimento, una onza de fórmula especial cada 2 horas.

Tres días pasan, ya tolera 6 onzas cada 4 horas, y la fórmula esta mas concentrada, ella no esta bien, el intestino todavía esta muy inflamado, tiene poca movilidad, todos estamos cansados, el hospital puede aportar poco a su recuperación...

Después de 12 días, nos llevamos a nuestra niña, débil, delgada, ausente, casi todo el día dormida, con dieta especial, y muchos cuidados... el hospital nos quito la infección... pero ahora necesitamos enseñarle a su intestino a comer.

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