Desde siempre hemos sabido que la música es algo que le gusta mucho a Sofi, las vacaciones en un pequeño pueblo cerca de la ciudad estaban por terminar, sin embargo ya desde un día antes del regreso Sofi empezó a presentar signos de irritabilidad, ya era tiempo de regresar a casa.
El día del regreso el plan era despertarse, desayunar con calma, alistar las cosas, y prepararnos para regresar a la ciudad, el trayecto debería de durar unas tres horas y media.
Sofi se despertó enojada, en un inicio pensamos que podría tener hambre, pero no fue eso, desayunó muy poco y de muy mala gana, después del desayuno era complicado brindarle toda la atención ya que había que guardar todo en las maletas, se quedó en el jardín mas o menos tranquila, sin embargo por momentos se enojaba, y gritaba, ella estaba con su música, el papá de Sofi indicó que había que darle medicamento para tranquilizarla ya que esperaba un largo camino en el coche.
Sofi no soltaba su música siempre con ella en el oído, después de aproximadamente una hora, logramos acomodar todo en los coches, los gemelos pidieron regresar a la ciudad con los abuelos, así que con Sofi solo íbamos sus papás.
Siempre que Sofi se sube al coche con su música, se la quito, las razones diversas, por lo general Sofi se tranquiliza con el movimiento del coche, a su vez siempre hay música cada vez que estamos en el coche, y así si Sofi tiene algún tipo de crisis en el coche siempre la podemos calmar con su música.
Así que en cuanto el coche empezó a avanzar le quite su música, y busqué entre mi biblioteca algo adecuado para pasar las próximas tres horas. Me encontré con la música original del musical de Hamilton, que desde que lo descubrí en octubre del 2017, se convirtió en uno de mis musicales favoritos, debo de confesar que lo puse pensando en el papá de Sofi y en mi, nunca me imaginé lo que iba a suceder...
Al ritmo del Hip Hop, Sofi le fue encontrando ritmo a las canciones, y a su modo empezó a seguir la melodía, empezó muy atenta con "Alexander Hamilton", cuando llegamos a "My Shot", ya había encontrado la melodía base del musical. Para el final del primer acto, con "Non-Stop" ya había dominado el peculiar estilo de Lin-Manuel Miranda.
Después de pensar que iban a ser tres horas, con una Sofi irritable y gritando, mi sorpresa iba creciendo, conforme ella iba reconociendo las canciones del musical, ya que sucedió todo lo contrario, Hamilton, logró tenerla atenta y cantando durante sus 46 canciones.
Pos supuesto, que ella cantaba con sonidos guturales, y sus vocalizaciones eran rítmicas de acuerdo a las canciones. Ella volvía a su mundo, en algunas canciones como "Burn" o "Stay Alive".
Cada vez me sorprende mas, la habilidad que tiene Sofi para identificarse con la música, después de ese viaje, he intentando poner Hamilton, mas seguido en el coche, y ahora tanto los gemelos como ella, cantan "I am not going to throw away my shot".
Además de que descubrí de que a Sofi le gusta el Hip Hop, que ya todos somos fans de Lin-Manuel Miranda, este musical, el cual hace énfasis en la inclusión racial, me hace pensar que así como Alexander Hamilton, fue una pieza fundamental para la independencia de Estados Unidos, Sofi es una pieza fundamental para lograr la inclusión y hacer visible la epilepsia y el autismo. Y así ir pensando... "Who lives, Who Dies, Who Tells Your Story"... y aquí estamos contando la historia de Sofi.
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