Sabía yo que se había estrenado la obra, mi papá me pregunto qué quería ver en el teatro y sin dudarlo mencione la obra de Disney, él poco convencido accedió, no tenía muchas ganas de ver peluches bailando... definitivamente no sabía lo que le esperaba...
La obra gano el corazón de toda la familia, dijimos que siempre la recordaríamos, y más la cara de mi papá, cuando llego a taquilla a recoger nuesytos boletos, y vio en Diciembre de 1997 que los próximos asientos disponibles estaban hasta Abril de 1998.
Tiempo después tuve oportunidad de trabajar para Disney México, y justo en mi tiempo ahí se hizo la alianza para traer la producción de Broadway al Auditoruo Nacional, mi nombre salió en el programa de mano, me tocó la organización de la Alfombra Verde, y conferencia de presa, y coordinar el diseño del merchandising, lo mejor ver las máscaras en el backstage. Vi la obra 3 o 4 veces en esa ocasión.
Cuando se estrenó en el teatro Telcel, en la Ciudad de México, mi marido me dijo que no había presupuesto y que además ya la habíamos visto, a lo cual accedí.
Con lo que no contábamos es que literalmente nos íbamos a convertir en parientes de Pumba, un primo cercano obtuvo el papel, y ahí no hubo duda había que ir a verlo.
Después de ver a nuestro pariente Pumba, nos dimos cuenta de que Hakuna Matata es "una frase genial"
Más o menos por esas fechas, Sofi inició un tratamiento experimental para mejorar su conducta, desde la primera semanaLa mejoría fue notoria. Así que comente "ojalá podamos traer a Sofi y a los gemelos a ver El Rey León" mi marido comentó que no era una obra para niños, muy larga, y que además Sofi podría molestar a la audiencia, quienes pagan mucho por el boleto, no hubo manera de debatir ninguno de los dos argumentos.
El 27 de Abril, veo que anuncian "El Rey León - función amigable para personas con autismo" me emocioné, era lo que se necesitaba para llevar a Sofi. Y si todavía tenía dudas el 30 de Abril fuimos al cine a ver "La Bella y la Bestia" y su comportamiento y felicidad no se pudo superar. No había duda teníamos que ir al Rey León. El 1 de Mayo compre los boletos, para la función amigable que sería el 8 de julio.
A partir de ahí todos nos teníamos que preparar Sofía y gemelos, en la casa de veía la película todo el tiempo, lo único que escuchábamos en el coche era el soundtrack de la obra, Sofi se emocionaba con Hakuna Matata, y los gemelos se aprendieron las canciones.
Se habló con su maestro, tenía que sensibilizarla y trabajar las canciones con ella.
La duda de qué iba a pasar, su enfermedad, 12 días en el hospital, la recuperación lenta, no sabíamos como se iba a encontrar para el 8 de julio, definitivamente, que bueno que tenía los boletos desde el primero de Mayo, porque yo creo que al momento de salir del hospital el 1 de junio, no me hubiera animado a comprarlos.
Sofi por dos meses escuchó las canciones, su recuperación lenta pero segura. Los organizadores nos ayudaron dos días antes de la función publicaron en sus redes sociales una agenda visual para la llegada al teatro.
Se trabajaron las canciones y la agenda un día antes de la función... estaba todo listo...
El 8 de julio en la mañana mucho alboroto en la casa, había mucho que organizar, una sombra Sofi tenía unciones de gripa, desde un día antes de estaba tratando, pero ese sábado en la mañana se veía un poco inquieta y estaba mordiendo mucho su ropa.
Preparamos todo, papas, jugó, juguetes, cambio de ropa, salimos de casa para ir a comer con los abuelos, y de ahí a la obra...
Quién iba a decir que yo me dirigía a ver una obra que me iba a emocionar mucho más que aquella vista en Time Square en 1997...
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